Movizzon, la app que hace de cliente incógnito de la banca y ahora mira al retail
Nació en Chile en 2015. Después de haber crecido con capital propio, ahora buscará recursos para expandirse en Europa y EEUU.
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Nació como una idea en 2014. Después de varios intentos, Raúl Ibáñez -que en ese tiempo trabajaba en VTR, una firma de telecomunicaciones en Chile ligada a Liberty Latin America-, junto a su socio Antonio Arancibia lograron capitales gubernamentales para impulsar una ideas: querían ser el cliente incógnito de los bancos, pero a través de un robot.
Hoy la firma tiene alrededor de 500 teléfonos funcionando para ir viendo cómo funcionan las páginas y sistemas digitales de una serie de bancos en la región -así como de aseguradoras y telefónicas-, entrando de manera incógnita a las sucursales virtuales. Si detectan un problema, una alarma se activa en los equipos de tecnología de la entidad que están supervisando.
En el marco de Conversaciones DF, que en esta sexta temporada está enfocada en emprendimientos regionales, Ibáñez cuenta que el servicio de los bancos ha ido mejorando. En 2015, agrega, se veían cosas graves -como caídas de las páginas-, mientras que hoy son intermitencias más acotadas, que se van superando en pocos minutos.
Aunque nacieron en Chile, la empresa se instaló en Bogotá para hacer crecer el negocio, cuyas ventas están concentradas un 50% en Colombia. “Al poco tiempo nos dimos cuenta que no podíamos quedarnos en Chile; nuestro negocio es de nicho y la única estrategia era expandir nuestros mercados”, dice.
Y cuenta que eligieron la capital del país cafetero porque tiene una posición geográfica que permite moverse a distintos puntos del planeta de forma expedita.
Entre sus clientes, partieron con BBVA en esa nación, pero ya también trabajan con el de España. Además están con Itaú, tanto en Colombia como en Chile.
Para este año, Ibáñez cuenta que quieren desarrollar nuevos productos. En especial están mirando el retail. Esto, porque las soluciones que buscan desarrollar deben ser escalables. Pronto -recalca- habrá novedades.
Pero también quieren llevar el negocio al siguiente nivel. Hasta el momento -dice- han crecido de forma orgánica, con capital propio. Ahora, Arancibia saldrá de la administración diaria y buscará capital de riesgo. “Sentimos que con una inversión de capital podemos crecer mucho más rápido en mercados como el europeo o el norteamericano”, dice Ibáñez.